De las preguntas como «¿Quien juzga la labor del juzgador?, para saber si tengo o no remedio, va a ser que no. Vuelvo a pasara la crucial pregunta: ¿Como lo voy a hacer? en solo un pensamiento, en lo que dura un parpadeo. Desde aquel final de Mayo donde prolongaban mi estancia en el corredor de la muerte, a ver como llega el final, es lo que dura un sueño. En las SS de «Tito Adolf» aun trataban con más asiduidad al personal «defectuoso para la raza aria», aunque sea para matarlos, en la versión española una vez cada 2 meses siendo venébolo y en caso de urgencia, si no se alarga un mes mas. De esta forma prefiero no pagar a las SS de este maltrecho país (si aun se puede llamar asi), y tener un seguro privado. ¿De que me valen las interminables horas quemando asiento esperando al galeno de la antigua guardia? Para que despues lleve el salvoconducto que me dio a los coleccionistas de papeles del rancho. En cierto modo tienen que protegerse de los mentirosos, caraduras, corre-ve-y-diles o chivatos, que flotan por los distintos ranchos del sistema en la piel de toro, antiguamente llamada España. Tambien de los que están «malísimos de la muerte» deambulando hacia urgencias y que van a las SS sin hora reservada, total por no molestarse y llamar, con la supuesta urgencia de una gripe, si llega a ser eso.

Hace ya 10 meses que no acudo por el rancho, en todo ese tiempo me han demostrado lo que les importo: ¡NADA! Salvo «Todo lo mio es importante porque yo lo valgo», el «señor guardia  de Santa Klaus», y el de las teclas. Solo esos 3 se salvan de la quema de la aldea por un casi loco insociable. Ninguneado por la mayoría de los que han pasado por los distintos ranchos por los que he pasado. Un cero muy a la izquierda, ya no como décima o milésima, sino más lejos, mucho más allá de donde puedas imaginar. Siempre como mulo de carga, con ciertos privilegios al estilo Vaishias, pues los puestos en el punto de mira habitual, algo peor que los Shudras. ¿Ah, que no entiendes esas nuevas palabras? ¡Pues buen sueldo de Chatrías tenéis como para no entenderlo!  No merezco estar a vuestro lado, a pesar, que me habéis tratado medianamente bien, excepto cuando le disteis el «Látigo de 7 púas» al «Ama del Calabozo», eso creo que fue cuando el vaso-botellón se llenaba a rebosar. Haciendo ese personaje una «limpieza étnica del rancho asignado» con la aquiescencia del mismo «Dios local», quiero pensar que él no sabía todo lo que pasaba en ese rancho, dando por bueno todo lo que «El Ama» le presentaba, 4 féminas más 2 que deportaron al rancho de los galos. No es querida ni por su sombra, pero bien «peloteada» por el clan de «La Fallera Mayor mayor», hasta tal punto que ella, «El Ama», cree formar parte de ese selecto grupo llevándola a «cuerpo de rey» durante las fiestas josefinas. ¡Pobre ignorante! Si en ese clan no admiten nuevos mi

Tantas injusticias veo a solas en el rancho donde solía habitar, que debe dar pavor asomarse, preguntar o mirar, a los ranchos de los «trapitos». No merecemos ésto, no de ésta forma. Pues ahora con «vacas flacas» todo vale, cualquier cambio  es siempre para peor. Han empleado la opción de más horas de guardia en el rancho, antes que bajarse la soldada de los más de 4000 centuriones de la antigua guardia pretoriana, que no mueven sus reales posaderas por menos de 4000-5000 €, solo por el hecho de pasearse por sus dominios, y ordenar tareas que, aún sabiendo que las tienen que hacer ellos, las delegan en el pringao de turno. Hasta ahí hemos llegado. Cuando se trata éste tema en alguna oscura tertulia, que todos negarán su existencia, siempre usan la misma escusa: «Nosotros hacemos más horas que un reloj». Cierto, pero nadie les obliga a ello, ahí todo callan.

Es algo normal en éste rancho donde mandan los números, como en casi todos los sitios. Se acabó de tratar a las personas, como tales, pues ellas valen lo que en su tarjeta hay escrito, y cargo a fin de mes. No me gusta esa forma pelotillera de tratar a con 2 piernas de cualquier tipo, 4 ruedas si vienen inválidos o con bastón, solo valen sus números gastados allí, da igual quien sea, ahora ya no se mira ese status social, se abrió la veda hace tiempo, cerrándose solo a los «morenos e indios» que ya van cogiendo patera o avión para volver de donde nunca debieron salir.