NO NEWS ARE GOOD NEWS

Quizás a quien se le ocurrió la frase del título no debía estar muy desesperado, o no tendría el acoso de la SS (Seguridad Social) detrás de la oreja. Cuando se podía ver sobre el horizonte un espejismo de esperanza, de posible salida tras un mar de tranquilidad, llegan los «fisgones de turno», los que solo se dedican a hacer «preguntas trampa«, seguimiento como ellos dicen. ¡Y va y me lo creo! Esto tiene pinta de toda una confabulación judeo-masónica a la antigua usanza, como decían durante los años del Generalísimo los chicos de la Falange, y con

caza de brujas incluida. Cada vez ésto se repite con más asiduidad. ¿Que no tendrán «viejas l’visillo» repartidas por las distintas comunidades de vecinos? Al igual que hacen con el vecino puñetero (maestro aguja), vieja que te cuenta su vida y milagros (que te hace un «dices tu de mili» en toda regla), el que no paga nunca el recibo de la comunidad o lo hace cada 6 meses para no incurrir en delito, o el vecino fumeta. Creo que el gobierno en conjunción con los organismos correspondientes, y aquí interviene la SS, los reparte equitativamente por cada una de las fincas de las ciudades.

Hoy me he pasado la mañana destrozando cosas que tenía, si porque las he hecho añicos contra el suelo:un walky, 2 cargadores, una batería de walky, unos cuantos archivos de papeles, que no se ni lo que había en ellos, un móvil, y no recuerdo nada más, solo cuando ví que me llamaban «a filas», a otro interrogatorio con la SS y sus «controles rutinarios». Todo ello a ver si te pillan en «un renuncio» como los toreros, y te envían a toriles para que sean pasto de los torturadores con traje del rancho.

Y todo, al final, es cuestión de dinero, pasándose la pelota de unos a otros, a ver quien paga la factura. Como no es época de pagos, todo es alargar, y darle vueltas a la pelota de nieve a ver si se rompe por algún sitio, es decir, que yo deje de existir, o que «voluntariamente» obligado pida  la baja en la empresa, y así los dos contentos: La SS y el rancho. Tres contra uno, total igualdad como siempre, o lo que es lo mismo: O eres inmensamente rico o paupérrimamente pobre.

Solo sé que no creo que el que suscribe llegue a primeros de mes.