CAGADAS EN LA TERCERA FASE. Versión del director.
Igual podían ser de otro lugar, aunque estos tenían fama por sus miradas indiscretas en la antigüedad de la historia local.
Esto viene a colación por la cantidad de personal humano, por denominarles de alguna forma, que van de visita turística por los distintos urinarios de bares, panaderías, peluquerías, mercados, y demás lugares con agujeros donde depositar lo mejor de sí mismos. Los hay tan asiduos que ya están catalogados en especies y subespecies congénitas, también por tipos de panes y bebidas añadidas al acto depositario en váter ajeno. Lo de humano está por determinar. Que tienen lo de humano lo mismo que E.T o el monclovita “Ersanches”.
Estos seres de talla ancha, está por determinar la forma en que separan los palominos de la zona . Si van lanzados tipo STEALTH INDETECTABLES o llevan cola tipo cometa.
La mayoría no son de este mundo, seguro, o al menos la neurona está de baja maternal. Uff, esto es como manifestarse de Star Trek en un desfile de StarWars. Complicado explicarlo.
Algunos de estos personajes están por definir si son realmente humanos o vegetales andantes, dadas las marcas o cercos que llevan alrededor de las zonas de salida de lo que podría finamente denominar: el pipi-caca.
Una característica importante es el tamaño de elemento ponedor de escombros o dejadores de lo mejor de sí. Un tamaño standard, no una talla 34 de boutique de moda, sino una 43 o 53, no puede apuntar a la diana igual que el tamaño standard español. El estucado en tallas pequeñas es más factible al igual que su limpieza e higienización. Del que pueden dar buena cuenta y detalles el 4º pasajero, es decir, el que entra después o “la Keli”. Que aunque les pagan para limpiar, también, no lo están para productos tóxicos y sin mascarilla de oxígeno de guerra bacteriológica. Pues esos productos salidos de lo mejor de esos individuos requiere un tratamiento igual al de un residuo atómico.
Influye nacionalidad y procedencia, si ha sido víctima de la LOGSE o de la LOE, barrio y vecindad, si le han tocado los ciegos o la bonoloto, número de dedos en el pie derecho, y cantidad de neuronas activas.
En la clasificación hay que tener en cuenta el cambio climático, pues influye en la cantidad de papel limpia ojales a utilizar, esparcimiento del material desechable, color e intensidad del olor o «pudentor», según lugares, la densidad del elemento eyectado analmente. Muy importante esto último, pues el elemento rascador, más conocido como «escobilla» suele cambiar de color antes y después de su uso, entre un gris asqueroso a las distintas tonalidades del marrón clásico, con tendencias, según la moda, a ocres, canelas, incluso negros, si has visitado El Palmar con su famoso arroz negro. Sí, se dice negro, por el color. Atener en cuenta, el aumento de nivel de los océanos (y eso que dicen que nos falta agua, no lo entiendo), pues después del depósito físico del material interno, este que va al mar como Nemo, ¿No aumentará el nivel del mar debido al volumen excretado sea cual sea su textura?
Hundiendo dicha escobilla en la «pasterá» depositada puede darse la sorpresa de incluirse en su blanda textura, la sorpresa y descubrimiento de elementos móviles cárnicos, llamadas lombrices. Sin ningún rubor hay que llevarlas a su medio e vida habitual, es decir, al mar, playa o desembocadura fuera de la solución habitacional habitual donde fueron depositadas, para así no enfrentarse a estos ingentes grupos animalistas, vegetarianos o veganos de la Vega, en un enfrentamiento de desagradable olor, pues mostrarles dichos elementos gusaniles puede darle, lo que podíamos denominar arcadas o «vomiteras». Estas al mezclarse con la parte salida del sujeto/a/e en cuestión, puede degenerar en una explosión termonuclear, e irse todo este bonito mundo a la m………
En otra ocasión trataré el tema de: ¿Dónde está el papel en los urinarios «púbicos»?¿Existe en realidad?
pueblo.
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