agosto 22 2012

10 DIAS EN EL PARAISO

Quien piense que ésto es pesado, estar en el rancho de los cartelitos, se equivoca. Ni se suda tampoco, ni salen callos, aunque, cierto es que la forma de sudar, esos manchurrones delatadores, solo aparecen al salir al espacio exterior.
El «compañerito» autista no suda, no habla, hipnotiza a su sombra mirando su pantalla en el rincon de los castigados. El autista sale, entra, todo «se la aventa».
Aparecen los primeros grados calurosos en la ventana, en esta burbuja se es inmune al mundo exterior mientras aguardo la llegada de los «emilios» que hagan mover los músculos metacarpianos.
El autista aguanta la respiración 8 horas, no se le oye, hasta come, o se le supone, tipo hipopótamo, media hora bajo su mar de incognitas, interrogntes para los demás dado que no se le conoce actividad molecular adicional.