10 DIAS EN EL PARAISO
Quien piense que ésto es pesado, estar en el rancho de los cartelitos, se equivoca. Ni se suda tampoco, ni salen callos, aunque, cierto es que la forma de sudar, esos manchurrones delatadores, solo aparecen al salir al espacio exterior.
El «compañerito» autista no suda, no habla, hipnotiza a su sombra mirando su pantalla en el rincon de los castigados. El autista sale, entra, todo «se la aventa».
Aparecen los primeros grados calurosos en la ventana, en esta burbuja se es inmune al mundo exterior mientras aguardo la llegada de los «emilios» que hagan mover los músculos metacarpianos.
El autista aguanta la respiración 8 horas, no se le oye, hasta come, o se le supone, tipo hipopótamo, media hora bajo su mar de incognitas, interrogntes para los demás dado que no se le conoce actividad molecular adicional.
El rancho de los «Cartelitos»
Ya quiero coger la parca.
Dejar pronto la tierra,
Saltando a la carrera,
tirando al fondo del lago,
todo lo que hice o hago,
para vivir fuera, en la tierra.
Dejadme cojer mi barca,
dejadme cruzar el charco.
Quiero vivir en la selva
o en las dunas de Marte,
dejadme solo, aparte,
sin que nadie a por mi venga.
Cuando llegará ese dia,
el viaje del sueño eterno,
hacia el cielo o infierno,
haciendo mi vida más fria.
Le llaman Martin Francés,
queria cruzar los lagos,
de la muerte, sin amagos,
en la vida sin futuro
para caer en el fondo seguro
de los campos arrasados
por millares de jinetes
de la muerte, ya sin amigos.
Desde el globo en la altura
veo pasar la vida
sin haber conseguido nada
sin ponerla a buen recaudo
ni recibir soldada
por aquello luchado en el dia
ni haber tenido mesura.
Estoy de modo provisional en un rancho del centro, el de los ricos, que mas que rancho parece el jardín del edén. No saben los nuevos integrantes de este lugar lo que es estar en el campo de batalla expuesto a caer «Por Dios y por España» en cualquier momento, a expensas de la suerte que no te alcance el verbo asesino de cualquier merodeador de los que suelen deambular por los largos pasillos del rancho habitual. Este es un destino hasta Septiembre, no creo que se alargue mas del 5 o 6. Total que hasta Octubre no apareceré por el rancho habitual. Aqui no saben lo que es «patir», un lujo si me pudiera quedar, cosa que es altamente improbable.