Toca despedirse de Catalina boys gang.

Hay tanto personal diferente que es difícil personalizar una única despedida.

Haciendo un esfuerzo  sin peligro que salga algo corporal de extraño olor y por lo tanto puede resumir, al final : Hay modernos, modernas separadas, féminas que cambian de color, otras pegadas a auriculares, separadas que tienen que estar asin porque no tienen otra opción, parados pero que viajan, etc. Resumiéndolo: gente normal estudiosa. Una vez pasada la Navidad, el equipo está completo.

Eso si, el tema a estudiar tiene “tela”, dependiendo de las neuronas que lo procesen, del momento del día, y cantidad de “Cubatas, chismes o carajillos” procesados corporalmente.

Así como decía la canción de Vídeo, “la noche no es para mí “, el tema dado en esta clase, quizás sea eso por lo que no puedo pasar del primer tiempo de saludo, lo que sería poder llegar al final. Quizás años atrás podría darse el hecho de finalizar el libro, pero después de 2 veces intentándolo, va a ser que no, que no hay que tenerlo por algo de obligado cumplimiento el tener que terminar este evento.

No es por Catalina, que aún sigue contando su historia viajera igual que años ha, es por el que suscribe que no puede saltar los 3m de altura. No están igual las neuronas.

Independientemente de esta reflexión, en la zona de toma de datos en modo local, siguen las mismas infidelidades, trapicheos, coloraos, mercancías, compra-venta, y más temas de difícil denominación , como…… por ejemplo. Incluyendo visitas aleatorias de amigas de la noche, con estricto uniforme de gala, jubilados y fuerzas y cuerpo de seguridad local y estatal, voyeurs, presuntas bajas laborales, y otros cuerpos.
Resumiendo: “Que mal repartido está el mundo”. Frase que no falla.