junio 13 2014

EL JUICIO DEL FINAL

A un mes vista del único juicio que he tenido hasta ahora, y que pocos sean, es hora de preparar el holocausto o mas bien la solución políticamente del final en esta pesadilla. Total para quedarme, o no, como estoy al menos. Menos mal que no me cuesta nada, por el momento pues corre como dijo el de RR.UU (relaciones u-manas), mania de duplicar las iniciales, como ahora se llama a lo que en toda mi antigüedad a ese puesto del triángulo de las Bermudas terrestres se le ha llamado «ale, sube a personal a ver que has echo». Pocas veces se visita aquel rancho para bien. Por eso es U-manas, porque subes como un borrego al matadero, cuando dominaba, sobre todo, el «sabueso» deportado a Via Orelluts. Ya jubilado como está, ¿A quien intentará jo….? O a su sucesor el «gordito y sus queridas», otro que tal, espero que vayan de la mano, así jodida doble.

fuego-tienda

Hasta han hecho una película sobre este tema, bueno casi.

El-dia-del-juicio-final-poster

Mientras tanto solo queda esperar entre temblores de terror, para continuar como estoy, más que menos.

enero 18 2014

TENSION DURANTE LA ENIGMATICA ESPERA

¿Playa al anochecer o amanecer?
  • ¿Creo en las instituciones nacionales ?
  • ¿En las que he estado pagando con mis impuestos sus macro-sueldos?
  • ¿O creando puestos de trabajo donde la mitad no se sabe que hacen?
  • Haciendo sus «recados» en horas de trabajo.
  • ¿Vale la pena este tipo de sistema?

Si aquí, en esta piel de toro, a los grandes «robadores» no los tocan, no devuelven nada, y al pequeño, ¡Que no se le ocurra devolver un recibo del coche o casa que se la embargan? Y antes que le de tiempo de verlo en su banco. ¿Resignación o pasar página una vez más?

Tormenta hacia la destrucción del litoral viviente.
Tormenta hacia la destrucción del litoral viviente.

¿Vale la pena vivir con esas premisas? Muchas veces creo que no. No se lo que me quedará, pero como mucho, pienso, que menos de 2 años. Otros me dice, que la familia es la que más me cuida, y es verdad, pero es a la que más hago sufrir con mi putrefacto estado mental. Siempre con el silencio como banda sonora, y el teclado para exteriorizar los pensamientos.

¿Vale la pena todo esto? Visto desde mi faro, aislado y  atormentado por circunstancias que no he pedido, verdaderamente no. Es difícil que otro lo diga, pero a mi me sale expontáneamente, a cada momento, no importa la hora, el día.

Es complicado calcular cuando, y como, acabará éste suplicio, éstos largo meses de espera hacía la sentencia final en su versión oficial, la mía, prácticamente la tengo asumida. Si los que tienen que luchar en mi nombre contra las adversidades e injusticias sufridas, lo harán bien o seré uno más en su lista de casos perdidos como un número, nombre o epígrafe al margen del archivador olvidado en armarios que difícilmente se abren 2 veces. Archivado y olvidado.