EL SILENCIO DE LA SOLEDAD
Ya es difícil que las 2 palabras del título se puedan fundir en el único sentimiento. Difícil es, nunca imposible. ¿Cuchillas o pastillas?
El túnel se va cerrando, es el pasar por una curva donde tienes que creer que vas a ver en breve la tenue luz de la salida al infra-mundo, donde los vivos querrán estar muertos, y estos pululan a sus anchas esparciendo la semilla del mal por doquier. Nadie estaría libre de ser víctima legal o anecdótica de tales semejantes seres venidos del mal. Entra, salen, atraviesan puertas paredes o cercados, muros y torreones. No importa el grosor de las paredes, ni sus habitantes, todo queda reducido a cenizas, nada, se volatiliza dejando un pequeño montón de ceniza. Es lo único que queda en el final de la existencia de los vivos.
Parecido es al pensamiento que entra y no sale de mi. Dentro de 18 meses ¿Que? ¿De que ha servido ayudar a otros para que cumplan sus objetivos aprovechándose del que suscribe esto? Viene a esta maltrecha y apagada memoria al conocido gran Sheriff oportunista donde los hubo, conocido con el nombre de «Sirili-9,95» . Pues aparte de su empresa darle inmerecidamente una auténtica soldada, siempre ha sabido estar en la foto cuando se hacía pasaba otro «super-Sheriff», siempre aprovechándose de los demás sutilmente, prácticamente sin que la víctima se diera cuenta, nada. Tenía, y seguro que aún lo conserva, el arte de estar en el sitio adecuado en el momento justo, cuando el Hispasat-macro-Sheriffs pasaba a hacer la foto de rigor. Para los que lo veían de lejos, sin tener nada que ver con él directamente, es el arte o la suerte del «pelota-profesional», sabiendo a quién delega la gran parte de sus funciones, practicamente todas, para después llevarse la corona de laurel del vencedor. Un trepa asqueroso y profesional que siempre convenía a tenerlo a tu favor, sabiendo que se aprovecharía de ti y de quien se pusiera a tiro o a el le interesara, convenía no tenerlo en contra para que su poder maligno no cayera sobre algún inocente mortal.
Es muy curioso este elemento extraño de la fauna de los ranchos. Es como ese político que no sabe más que hacer de político sin haber tenido prácticamente estudios avanzados, que no sabe otro discurso tal que «Llevar a sus súbditos al matadero», quedándose él para el final cuando ya se acababa el suministro energético. A este político como al héroe del relato, no se le conocen haber trabajado antes en algún desdeñado oficio.
Este tipo de personajes siempre tienen suerte. Pase lo que pase, si explota algo, tienen la suerte de estar detrás de alguna columna, perdido en almacenes, no estar en su «Macro-Rancho» donde se ve todo destruido, llegando él como ángel salvador y superheroe desinteresado y falso a la vez, pero que la superioridad no ve el lado «trepa» La
destrucción puede ser cualquier incidente de los miles que ocurren en el rancho durante su estancia en el. Este super-heroe SIEMPRE, delega funciones, así en va de relaciones públicas de un sitio a otro pasando por el bar. Y cuidado no le acompañes que te toca pagar. Una de sus legendarias frases fue :»Paga tu que no llevo suelto o me he dejado la cartera en el despacho».
El número de personas o personajes que lo han visto «acachar el lomo» está entre un número comprendido entre 0 y 1.
