EXTRA DE DIACEPAN

Recibida hoy mi dosis EXTRA de Diazepan, no se si puedo continuar, después de media hora apenas sufro alteración. Sigo igual en el énfasis del pre-suicidio, no se de que forma pero vuelven «las oscuras golondrinas» a mi cabezota. Este puede ser el resumen de ésta tarde aciaga, lenta, y monótona totalmente. Sin apenas hablar con nadie, alejado «del mundanal ruido» en todo lo que podía, pues allí no es lugar para «escondrijos», no es lugar para el pensamiento, en nada, no es lugar. No se puede pensar en nada que devuelva el verde esperanza, sino en un gris sin final, sin esa luz guiadora de marineros en alta mar, del final del tunes, tal como la ven los que han salido de ese trance.
Al llegar al comienzo  del túnel, hoy he entrado, pero me ha llegado la hora de decidir si, entro del todo, o me quedo solo en la puerta, en su comienzo. Estoy ante la duda de verlo desde el otro lado, seguramente que no se vera nada, pues al cerrar los ojos definitivamente no creo que pueda volver a abrirlos en éste mundo, no se si en los venideros estaré, como decía «Gladiator: alcanzaré mi venganza en ésta vida o en las venideras».
Pues esto es algo así, no se conoce ser que haya dado cuenta con detalles de la pseudo-vida existente, o presuntamente existente desde «el otro lado», creo que todo han sido sueños, y los sueños son para dormir, temporal o eternamente, hasta ahí se puede escribir. Yo no se más.
Me recorre un hormigueo por las piernas,  y también en el estómago, malos síntomas, no son buenos, no se el desenlace cual película estuviera viendo por primera vez, no conozco la película pero creo atisbar un incierto final. Muchos allí en el rancho, me tildan de «rarito, tonto u/o similar», cosa que me «refanfinfla», pues nulo caso les hago. Pocos son los que se salven de la quema del «Juicio Final», pocos, pocos, quizás contando los dedos de una mano me sobren dedos incluso.
Me retiro, no se que haré después.