Nuevas visitas

Con el fin de año y el año nuevo chino he ido realizando unas visitas cotizadas al «Angelito», pero son más fructíferas que las realizadas en la loquería local una vez al mes en el mejor de los casos. Así ya podía estar años que no me «arreglan» nada, claro que con 10 minutos al mes no es lo mismo que una hora de interrogatorio en 3er grado del Angelito. No tiene comparación. Solo en el primer día ya me dió más confianza que la «loquera oficial» que cobra del IRPF. ¡Ojala pudiera dejar de pagar eso y dedicarlo al Angelito particular en exclusiva!

Pero de momento, en lo que queda de pais, no se puede hacer. En eso si que envidio a los USA-boys, que se pagan los «matasanos» que ellos quieren. En cierto modo tiene cosas buenas, aunque no todas, siempre se puede llegar a un termino medio, pero eso es para otro largo artículo.

Volviendo al Angelito, al menos le pone bastantes ganas de ayudar, cosa que «Las loqueras oficiales», apenas en los 15 minutos reglamentarios, no  da ni para saludare, pero así es la sanidad oficial. Muchas veces falla, y ésta puedo decir  «en mis propias carnes magras» que es así, y sino a las pruebas me remito,  3 recaidas en 3 años, y cada una más fuerte, con más «pastillaje», más cargaditas de bombo. Al final, ha habido que recurrir a «la cartera», no teniendo más remedio, y en el peor momento, cuando mas «vacia tengo la hucha». Seguiré yendo mientras tenga $$$. No hay más remedio.

Así que para estos próximos dias hay que aprovechar estas visitas al centro de la urbe, pues en cuanto se acabe la hucha habrà que «apañarselas» como se pueda, aunque los cimientos ya los está poniendo el Angelito de la guarda. Y claro, que en este mes he avanzado más que en los 2 años con «Las loqueras oficiales», pero claro, como decía antes, de allí no se puede pedir más, la masificación es así. Eso que salga «todo gratis» tiene sus ventajas, pero más inconvenientes, porque los «buenos» se montan sus guaridas particulares con más calidad en todos los materiales dedicando más tiempo al que lo necesita, pero como todo «eso no lo puede costear todo ser viviente».  Y yo estoy vivo, pero de milagro.