BENDITA SOLEDAD
Ya hace más de un año que no piso físicamente, de manera oficial, el gran Rancho. No es algo ni que eche de menos ni de más, al menos a corto plazo. El asunto que no me ha sorprendido en absoluto es que nadie de aquellos ranchos colindantes se haya puesto en contacto conmigo excepto 2 cuerpos: La compañera «Todo lo mio es importante y porque yo lo valgo», y «El Mesías». No me esperaba más, pues de haber ocurrido hubiera creado un milagro más, y lo mismo me hacían santo, «San No-se-que», «Santo Almuerzo de la Calzada», «San Rarito de Asín», etc, ponle un poquito de imaginación y seguro que te salen algunos santos más que me podían asignar. No problemo, como decía Terminaitor (tal como se lee).
De haber llamado algún sujeto de aquellos andurriales, no se si me hubiera puesto más nervioso o me entraría la risa. Seguro que habría en el rancho un pequeño abuso de sustancias líquidas de gran octanaje u/o «estrupenfacientes». Como los que desencadenaron unas alarmas allá por el año 2002 ó 2004, cuando cayó uno de los más conocidos»repartidores» de opiáceos en el rancho de los «Musculitos», apuntando patada en sus reales traseros a dos de ellos, y al tercero, por ser vos quien sois y por el trifásico parental, solamente tuvo una leve pena, y traslado al mismo rancho de la avenida de los gabachos. Este le salvó ser el vástago de quien es, hasta hace bien poco aún estaba en activo, la sección parental me refiero. En esa redada al estilo de los hombres de negro, habían 2 sheriffs de la zona que no durmieron durante un par de días, y media docena de súbditos que no hacían más que preguntarse entre ellos mismos: Oye, ¿Sabes algo?¿Te han preguntado sobre el tema? Así funcionan las cosas allí dentro, y casi , no, sin casi, igualmente funcionan fuera del rancho, en la vida real (o irreal para otros).
