Después de la separación del trío conocido como la Santísima Trinidad, le ha tocado el turno a una de sus protegidas de alto rango, «uña y mugre» con la antigua SANTÍSIMA TRINIDAD,  alguien que se consideraba a si mism@ «INTOCABLE», pues tuvo inmunidad total hasta hace unos meses. La avaricia tiene sus víctimas. Poco a poco van cayendo, tardan pero les llega la hora.

Al final, cada uno tiene lo que se merece, no hay mal que 100 años dure, ni fallera mayor mayor que lo resista. Este hecho me recuerda a esas operaciones policiales que duran varios años, y tienen un final esperado.

Tantos años tentando la suerte, o robando, o beneficiando a su tribu, han tenido su final. El pozo ya se ha secado. Los beneficios del negocio irán subiendo poco a poco, aunque falta otra limpieza a fondo, sacar la mugre que aún pulula por esos pasillos interminables, a la vez que desiertos del rancho.

 Otro título que se le podría poner al artículo sería «El ángel caído», en este caso «angelita», aunque de ángel no tenia ni el nombre, más bien lo contrario. Se está haciendo real el dicho que «Dios pone a cada uno donde se merece». Aunque en este caso haya tardado 30 años, pero bueno, por fin ha llegado su paga.

Aún falta para redondear esta operación, fotografiar al Gran Maestro, al lisiado y a la novia de Shrek, de momento, ahora que el escudo no está. Pues, por los movimientos que hubo en el último año, supuestamente parece que el Sherif de los Sherifs, también sabía de estos actos «extraños». Pero cuando tienen esas protecciones de alto nivel cerca, el mal se hace endémico, la herida no puede cicatrizar. No significa que este protector no tenga otro porcentaje de bondad, que la tiene, aunque debía haber separado amistad, del trabajo, hace muchos años.

El Bien está ganando terreno.