¿ EQUIPOS o COMPAÑEROS ?
Muchas veces en el «rancho» se nos inculcan sesiones de afirmación nacional empresarial para «rellenar» lo que nos queda de cerebro, elemento aparentemente existente dentro del cráneo humano, para los que aún tengan, de misivas y arengas patrióticas, y poder acrecentar el balance ya positivo global de todos los «ranchos».
Entonces contratan o sacan del INEM o SERVEF, da igual, a licenciados versados en la materia del aleccionamiento social con las técnicas más modernas y extrañas, como a la última que fuí en Octubre. ¡Grave error! Porque a los «bultos sospechosos» a los que iban destinadas aquellas poco fructuosas horas no duraron en la mente ni a la salida de esa «habitación del pánico», pánico por si a alguno de los cuerpos asistentes al final «Los grandes Sheriffs», les hacían la pregunta del millón. Todos cabizbajos sin nada que decir. Pero si que había que decir, no era el momento adecuado.
La pregunta que me corroe las entrañas es, ¿En los distintos «ranchos», hay compañeros o equipos de trabajo? Son dos cosas muy distintas, y de resultados totalmente opuestos.
Los «Compañeros», como su propio nombre puede definir son aquellas personas que se hacen compañia en un lugar o situación determinada. Es lo que habitualmente me encuentro en «casi todos» los ranchos que he podido observar. La mayoria funcionan así, no hay nadie que los convierta en equipos. No ha líderes.
Y los «Equipos» son grupos de personas con un único objetico, todos «reman» en la misma dirección, ninguno mira al de al lado por si hace más o menos, sino que le ayuda por un fin común. Es como si comparasemos una cuadrilla de cazadores, donde cada uno intenta cazar lo más que puede sin fijarse apenas en los demás y un grupo de remeros, de traineras, donde cada vez que el remo entra en el agua intentará por todos los medios que sea lo más potente posible para lanzar su bote adelante, lo que se dice «remar todos a una». Todos ganan, es el equipo que gana no uno de ellos, el equipo. Esto es lo que se pretende con todas estas últimos cursos, cursillos o charlas de afirmación nacional, pero si no hay un «equipo» detrás de poco valen, son papel mojado, como así me han demostrado. Al no haber líderes no hay quien diriga ese bote para que se aunen todos los esfuerzos y los compañeros se conviertan en equipos. Hay muy pocos ranchos que hayan mostrado éste cambio. Los elegidos para tan noble nombramiento de dirigir un rancho, he notado en su inmensa mayoria no dar la talla de lider a quien seguir, sino a uno más al que imitar. Una prueba bien clara de esto es la película GLADIATOR, donde el actor Russell Crown interpretando el papel del general romano Máximo Décimo Meridio, es el PRIMERO que inicia el ataque en cualquiera de sus batallas por la Germania y anteriormente en Hispania. La prueba es que cuando este general fué tricionado por CÓMODO, el ambicioso hijo del emperador, que ha asesinado a su padre y se ha hecho con el trono, los ejercitos romanos del Norte comenzaron a perder una batalla tras otra hasta casi desaparecer de Germania. No tenían a un líder a quién seguir. ¡Eso es lo que hecho en falta! Alguien a quien imitar que nos de la suficiente confianza para creer en las arengas patrióticas que ciclicamente nos dan. Y si a ello unes la crispación externa, peor, hay más desánimos, y menos intentos ni deseos de luchar.
